Según datos de facilitados por la Seguridad Social, durante el pasado año, el número de nuevos jubilados descendió en 15.000 personas con respecto al año anterior, y parece ser que en este 2015 la evolución sigue la misma línea.

En este sentido, el gasto total en prestaciones de jubilación, las más numerosas del sistema contributivo, se verán igualmente reducidas ya que el total de pensionistas que se incorporan al sistema será considerablemente menor. Los motivos principales por lo que se ha producido este hecho, son básicamente dos:

Por un lado, el 2013, fue uno de los años en los que más personas se incorporaron a la jubilación en las últimas décadas, lo que explica el descenso en 2014. Debido al miedo que se generó por la posibilidad de que las nuevas leyes que se aplicaron les perjudicasen, las personas que estaban en edad de jubilarse aceleraron el proceso.

Por el otro, las personas que no pudieron adelantarse a dichas leyes y reformas del sistema, han sufrido de manera directa el endurecimiento de las condiciones de acceso a la jubilación anticipada, así como el aumento de los coeficientes de reducción en las prestaciones, ambas medidas decretadas en 2013.

Según los expertos, teniendo en cuenta los parámetros actuales, la edad de jubilación seguirá aumentando de manera paulatina hasta llegar a los 67 años de edad en 2027. Aunque, todo sea dicho, no es sencillo predecir este tipo de comportamientos tan a largo plazo.

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