El día 1 de marzo se conmemora el día de la cero discriminación con el objeto de acabar con todas las formas de discriminación y alcanzar que todas las personas reciban un trato digno para vivir una vida plena. 

Las personas mayores son objeto de la tercera causa de discriminación más común en el mundo. 

Discriminar, según la Real Academia de la Lengua, supone seleccionar excluyendo. Y discriminación, dar un trato desigual a una persona o colectividad por motivos diversos, entre ellos la edad. 

 Nos encontramos con estereotipos, percepciones negativas y prejuicios en virtud de su edad, y como consecuencia de ello, afecta de formar importante a la salud física y mental, como el aceleramiento del deterioro cognitivo, depresión, etc. llegando a tener una esperanza de vida más corta, ya que interiorizando estos tópicos como un periodo de soledad, una carga para los demás, siendo más proclives al aislamiento social. 

Nuestra labor como profesionales es ayudar a fomentar su autonomía personal, separar el concepto vejez de enfermedad, estimular sus habilidades, reconocer su capacidad de toma de decisiones y respetar su intimidad. 

Debemos considerar el envejecimiento como una etapa más dentro de la evolución del individuo, un periodo de la vida que conlleva cambios naturales de la edad y no por ello considerarlos como un colectivo frágil y dependiente aunque la sociedad de la que formamos parte mantenga firme esa idea, intención u opinión.  

Elena Cáceres Ortiz
Coordinadora Guadalcanal