La trayectoria de Clara Campoamor
Nacida el 12 de febrero de 1888, Clara Campoamor enfrentó desde joven los desafíos de una sociedad que no siempre facilitaba el camino para las mujeres. La pérdida de su padre la obligó a trabajar a temprana edad, iniciando su carrera laboral a los diez años. Esta adversidad la llevó a buscar un empleo público como profesora de mecanografía a la edad de 26 años.
Campoamor, licenciada en Derecho y la segunda mujer en ingresar al Colegio de Abogados de Madrid después de Victoria Kent, comenzó a frecuentar círculos intelectuales y se unió a activistas feministas como Carmen de Burgos. Su participación en el diario conservador La Tribuna la conectó con Eva Nelken, quien sería su futura colega en las Cortes Españolas.
Política y Activismo Feminista
Clara incursionó en la política con el Partido Radical de Alejandro Lerroux, influenciada también por sus compañeros liberales que la introdujeron en la masonería. En las elecciones de 1931, tras la proclamación de la Segunda República, fue elegida junto con Victoria Kent, presentándose por el Partido Radical Socialista.
Progresos sociales
Su lucha no se limitó al voto femenino; Campoamor abogó por el divorcio, la igualdad de los hijos e hijas nacidos fuera del matrimonio y la abolición de la prostitución. Sin embargo, enfrentó reticencias y tácticas políticas en la redacción de la nueva Constitución republicana.
Aunque logró incorporar gran parte de sus demandas en la Constitución, la prostitución y el sufragio femenino quedaron fuera. La batalla por este último continuó en las Cortes, revelando recelos y tácticas partidistas en lugar de un respaldo unánime.
Abandono de la Política
A pesar de la aprobación final del sufragio femenino, Clara Campoamor se sintió decepcionada por la traición percibida de su propio partido. Su compañera Victoria Kent, compartiendo ideales pero no métodos, se opuso a la legislación inmediata, creyendo en la necesidad de cambiar la mentalidad antes que la ley.
Tras las elecciones de 1933 y las alianzas políticas desfavorables, Clara aceptó el cargo de Directora General de Beneficencia y Asistencia Social. Sin embargo, las alianzas del Partido Radical y la represión de la insurrección obrera en Asturias en 1934 fueron desencadenantes de su retirada de la política.
Exilio y Legado
Con el estallido de la Guerra Civil, Campoamor se exilió en París, evitando represalias por sus convicciones republicanas, feministas y masónicas. En 1955, se trasladó a Lausana, donde falleció en 1972. Durante su exilio, combinó sus trabajos con la escritura sobre feminismo y su experiencia política, criticando a los parlamentarios por no aprovechar la oportunidad de lograr mayor igualdad de género.
Hoy, recordamos a Clara Campoamor como una pionera en la lucha por los derechos de la mujer en España, cuyo legado resurge con la relevancia que merece.
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