18 abril, 2025

Día Europeo de los Derechos de los Pacientes

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Día Europeo de los Derechos de los Pacientes

Hoy es el Día Europeo de los Derechos de los Pacientes y queremos destacar que a veces la dignidad no hace ruido. Se sienta en el sofá de siempre, se levanta despacio para ir a la cocina y agradece que alguien le ayude con los calcetines. La dignidad en casa no necesita discursos, necesita respeto. Y en Asistenzia llevamos dos décadas dedicándonos a eso: a que las personas puedan seguir viviendo su vida, en su entorno, sin perder el control de lo que les queda.

Este 18 de abril se celebra el Día Europeo de los Derechos de los Pacientes. Puede parecer una fecha pensada para hospitales, batas blancas y consentimientos firmados a boli. Pero hay otra escena mucho más común, mucho más real: la de una mujer de 83 años que no quiere salir de su casa. Que necesita ayuda, sí. Pero no quiere dejar su butaca, ni su ventana, ni sus fotos. La dignidad también se defiende en el salón de casa.

En ese rincón de siempre donde alguien necesita ayuda para vestirse, o en esa mesa donde la comida sabe mejor si la prepara una mano conocida. Porque cuidar no es solo dar una medicación a la hora correcta. Es estar. Mirar. Escuchar. Hacer silencio si hace falta. Y eso, cuando se hace en casa, tiene un valor diferente. Una verdad más honda.

La dignidad en casa no se improvisa

La dignidad en casa empieza por no tratar a las personas como si fueran una carga. Ni como si fueran todas iguales. En Asistenzia creemos que cada persona tiene derecho a decidir cómo quiere ser cuidada. A mantener sus rutinas. A elegir a quién deja entrar en su hogar. Y eso no lo consigue una app, ni una plataforma online, ni un contrato sin rostro.

Por lo tanto, cuando hablamos de atención domiciliaria no hablamos solo de aseo, comida y horarios. Hablamos de evitar que alguien que lleva toda la vida decidiendo por sí misma pierda ese privilegio en los años donde más lo necesita. El domicilio no es solo un espacio. Es identidad, es memoria, es dignidad y queremos destacarlo por el Día Europeo de los Derechos de los Pacientes. 

Trabajamos con auxiliares que saben cuándo callar y cuándo preguntar. Con profesionales que no miran solo el diagnóstico, sino la historia. Y con un equipo de trabajo social que se sienta contigo, revisa papeles, busca ayudas, te explica qué es la Ley de Dependencia y qué te corresponde por derecho. Porque ayudar es también acompañar con claridad.

Además, supervisamos todo de forma continua. No para fiscalizar, sino para mejorar. No hay dos personas iguales. Y nosotros no damos soluciones en serie. Damos respuestas humanas. Y tiempo. Y paciencia. Tres cosas que no suelen venir en los catálogos de servicios rápidos.

Una ayuda profesional que se nota

En Asistenzia no creemos en milagros, pero sí en el trabajo bien hecho. Nuestro equipo tiene formación, experiencia y, sobre todo, vocación. Y eso se nota. No solo en cómo cuidan, sino en cómo miran, en cómo entran en una casa y en cómo se quedan sin hacer ruido. Porque saben que allí hay una vida. Y la tratan como tal.

A pesar de que muchas personas aún recurren a cuidadores sin contrato, sin formación y sin red de apoyo, cada vez más familias entienden que el cuidado no puede improvisarse. Que cuando alguien lo necesita, no se trata de tener a cualquiera al lado, sino a alguien que sepa estar. Que esté respaldado. Que dé confianza.

Nuestra ayuda a domicilio está regulada, acreditada por la Conselleria de Servicios Sociales, y somos entidad prestadora dentro del marco legal. Eso significa que lo que hacemos, lo hacemos con garantías. Y con humanidad. Y si algo va mal, hay un equipo que responde. Porque detrás del servicio, hay estructura. Y detrás de esa estructura, hay personas.

La dignidad en casa también es saber que puedes llamar a tu oficina de referencia en Valencia, Alicante o Castellón, y que alguien que te conoce te va a escuchar sin pasar por centralitas ni rodeos. Eso también es cuidado. Y lo defendemos cada día.

Cuidar también es un acto de confianza

Así, cuando una familia nos pregunta si merece la pena confiar su cuidado en nosotros, no hablamos de tarifas ni de prestaciones. Hablamos de personas. Hablamos de las que formamos parte del equipo y de las que nos abren su casa cada mañana. Cuidar en casa no es un lujo. Es una decisión. Y también un derecho.

Día Europeo de los Derechos de los Pacientes queremos decir que la dignidad en casa también se cuida. Y se defiende. Y se protege. Y se adapta a cada historia. Hay quien solo necesita ayuda para levantarse. Hay quien ya no puede salir de casa. Y hay quien solo quiere no estar sola. Para todas esas personas, estamos nosotros. Con nombres, con manos, con formación y con compromiso.

Porque nadie debería tener que renunciar a su vida por necesitar apoyo. Y nadie debería perder su dignidad por el simple hecho de envejecer.

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