17 julio, 2025

El 46% de las personas LGTBI+ con diversidad funcional se ha sentido discriminada dentro del sistema sanitario

por | Diversidad e Inclusión del Colectivo LGTBI

LGTBI+ con discapacidad

La situación de las personas LGTBI+ con diversidad funcional en nuestro país acaba de quedar reflejada por primera vez en un estudio oficial. Los datos, presentados por el Ministerio de Igualdad y el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, han sacado a la luz una realidad que hasta ahora era invisible en las estadísticas. El informe no solo señala los espacios donde se vulneran derechos fundamentales, sino que también pone cifras a una discriminación que se multiplica cuando se cruzan orientación sexual, identidad de género y el tipo de diversidad funcional.

Un retrato necesario de la desigualdad: el 78% ha sufrido discriminación en las aulas

El informe es el primero en ofrecer una visión interseccional de este colectivo. Según el documento, el 78% de las personas LGTBI+ con diversidad funcional ha sufrido algún tipo de discriminación en el entorno educativo. La mayoría afirma haber sido víctima de burlas o acoso por parte del alumnado, pero también destacan actitudes discriminatorias del profesorado. Este dato pone el foco en uno de los principales espacios de socialización en la vida de una persona, donde deberían garantizarse derechos como la igualdad y la participación plena.

Por otra parte, el 46% de las personas LGTBI+ con diversidad funcional se ha sentido discriminada en algún momento dentro del sistema sanitario. Esto incluye tanto la atención primaria como hospitalaria. Este tipo de exclusión, además de vulnerar el derecho a la salud, contribuye al deterioro de la salud mental y física de quienes la sufren, y demuestra la necesidad de una atención sanitaria con mayor formación y sensibilidad hacia la diversidad.

Trabajo, salud y ocio: otras formas de exclusión que se repiten

El estudio refleja cómo estas personas también se enfrentan a barreras estructurales en el empleo. Un 39% denuncia discriminación al buscar trabajo y un 41% afirma haberla vivido en su entorno laboral. Las dificultades no se quedan ahí. Un 68% ha sentido rechazo o acoso en actividades de ocio, algo tan básico como poder disfrutar de una película, una salida o un evento cultural sin temor a ser señalado.

Además, las mujeres y personas no binarias con diversidad funcional dentro del colectivo LGTBI+ sufren una discriminación más severa que los hombres. Esta diferencia señala el peso de factores de género en los distintos niveles de exclusión y exige medidas específicas para garantizar la igualdad real.

En el ámbito familiar, muchas de estas personas denuncian una sobreprotección que limita su autonomía y capacidad de decisión. Esa pérdida de control sobre su vida, sumada a la dificultad de acceder a trabajos acordes a su formación y experiencia, puede derivar en procesos de empobrecimiento y aislamiento.

El impacto psicológico de la discriminación interseccional

Como consecuencia directa de esta exclusión acumulada, las personas LGTBI+ con diversidad funcional manifiestan problemas de salud mental. Hablan de ansiedad, depresión, retraimiento social y una sensación general de pérdida de autonomía. Lo preocupante no es solo el dato, sino el impacto duradero que esta discriminación tiene sobre su bienestar emocional y sobre la calidad de vida.

Según la ministra de Igualdad, Ana Redondo, “ampliar los derechos y libertades de todas las personas, sin importar su orientación sexual, tipo de diversidad funcional o sus circunstancias, es una cuestión de democracia y de país”. En su intervención destacó también que este tipo de estudios permiten diseñar políticas públicas que respondan de forma real a los desafíos de la igualdad.

Por qué en Asistenzia defendemos la igualdad de derechos sociales y laborales

Desde Asistenzia creemos que conocer la situación de las personas LGTBI+ con diversidad funcional es un paso imprescindible para garantizar su dignidad, autonomía y participación plena en la sociedad. Esta visión encaja con nuestro modelo de atención integral centrado en la persona, donde el equipo de profesionales respeta las decisiones individuales y acompaña sin sustituir, siempre que la persona lo permita o lo necesite.

Nos posicionamos como una empresa de ayuda a domicilio que quiere ser referente en igualdad, no solo desde el discurso, sino desde la acción. Por eso, trabajamos con un enfoque que reconoce las múltiples realidades de quienes necesitan apoyo en su día a día. Apostamos por un modelo donde los derechos sociales y laborales no se subordinan a etiquetas ni a prejuicios, y donde cada intervención profesional va acompañada de una escucha activa, una mirada respetuosa y una voluntad firme de promover entornos libres de discriminación.

La situación de las personas LGTBI+ con diversidad funcional debe estar en el centro de las políticas públicas, pero también en las prácticas cotidianas de todas las empresas y entidades que trabajan con personas en situación de vulnerabilidad. En Asistenzia ya lo estamos haciendo.

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