Viajar en la tercera edad es una actividad muy típica y saludable. Cuando una persona se retira, normalmente tiene más tiempo libre y puede aprovechar para conocer mundo.
De hecho, los viajes organizados para personas de la tercera edad son muy habituales, y tienen mucho éxito entre las personas mayores.
En este sentido, cuando nos hacemos mayores, planificar un viaje con antelación se vuelve más importante que nunca, debido a que nuestras necesidades aumentan.
Romper la rutina se vuelve más “chocante” para un señor de 60 años que para un chaval de 25. El cambio en la dieta, los horarios, el ejercicio físico que implica conocer una ciudad, pueden provocar malestar en las personas mayores.
Viajar en la tercera edad
Por todo ello, el medio de transporte a utilizar, la ropa, los medicamentos, las vacunas, la protección solar, las tarjetas sanitarias, todos estos detalles deben estar perfectamente planificados antes de partir.
De este modo, podremos disfrutar de nuestros viajes y de nuestro tiempo libre sin complicaciones.
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